Indice
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El ciclo de evaluación de la higiene
Objetivos de la evaluación
Desarrollo de objetivos específicos
Estrategias de muestreo
Verificación de la calidad de los datos
Programación de las actividades
Al desarrollar este manual
se ha tratado de resolver lo que se denomina el dilema de la
antropología aplicada. Por un lado, se motivó al equipo del
proyecto que tenía poca o ninguna capacitación previa en
antropología o disciplines afines pare que realicen
investigaciones cualitativas. Eso requirió una capacitación
práctica y estrecha supervisión del equipo del proyecto. Por
otro lado, las restricciones de tiempo y otros recursos limitan
su participación en investigaciones sistemáticas. Por lo
general, las investigaciones cualitativas presentan problemas que
no pueden abordarse totalmente en corto tiempo. ¿Pueden los
equipos menos capacitados llevar a cabo rápidamente estudios
antropológicos y afines? La respuesta es sí y no a la vez, pues
cuando se dispone de menos tiempo pare realizar las
investigaciones cualitativas, más capacitados e informados
deberán estar los investigadores sobre la localidad y población
que se va a estudiar.
Los estudios de evaluación de higiene que propone este manual pueden realizarse rápidamente en pocos meses o semanas. Sin embargo, pueden dejar varias preguntas sin respuesta y señalar áreas que requieren mayor investigación. En consecuencia, un estudio de evaluación de higiene no debería ser considerado como un fin en sí mismo. Al concebir el proyecto puede ser útil visualizar la evaluación de la higiene como un ciclo dentro del ciclo mayor de la planificación, monitoreo y evaluación del impacto. Puede ser necesario repetir periódicamente un ciclo de evaluación de la higiene (un estudio). El propósito de repetir estos estudios puede ser el seguimiento o posteriores investigaciones sobre los problemas que surgieron en investigaciones anteriores (por ejemplo, los relacionados con las variaciones estacionales que no pueden abordarse en un solo estudio) o para monitorear o medir el impacto. Este caso se ilustra en la figura 2, donde se muesta una serie de investigaciones y ciclos de aprendizaje a través de la experiencia.
Cada estudio de evaluación de higiene (un ciclo) puede considerarse como un proceso de aprendizaje de cuatro etapas:
Identificación del problema / definición de las preguntas.
Recopilación sistemática de información .
Revisión de la información.
Reflexión sobre los resultados y adopción de medidas correctivas.
Estas etapas se adaptaron de los principios del aprendizaje a través de la experiencia o de aprender mediante la práctica (Kolb, 1984). El ciclo puede empezar con cualquiera de los cuatro puntos, pero nosotros empezamos por el primero. Este ciclo representa las distintas etapas de un estudio de evaluación de higiene. [Para el equipo puede ser útil usar los mismos principios en sus sesiones diarias de recopilación de información, revisión, interpretación de resultados, identificación de preguntas para investigaciones y toma de datos posteriores, etc.].
Si el propósito de su estudio es medir el impacto de la intervención del proyecto, puede ser necesario agregar un componente cuantitativo además de la investigación cualitativa. En ese caso puede considerar el uso de un cuestionario formulado para reflexionar sobre los resultados de su investigación cualitativa.
Al final del estudio habrá definido varios problemas que serán abordados en el siguiente ciclo de evaluación rápida, el cual permitirá completar la descripción obtenida. Si puede seguir los ciclos de la evaluación, ejecución e investigación posterior en su proyecto de trabajo, habrá solucionado los resultados incompletos y recursos limitados y tendrá un equipo capacitado para realizar investigaciones cualitativas sistemáticas.
Los objetivos del estudio
dependerán en primer lugar del propósito que tenga. Si, por
ejemplo, desea evaluar la efectividad de una intervención para
cambiar determinadas prácticas de higiene, entonces sus
objetivos incluirán la medida del cambio de estas prácticas
específicas. Pero si desea obtener datos básicos sobre las
prácticas de higiene existentes para desarrollar una
intervención de educación de higiene exitosa, entonces será
mejor estudiar una mayor variedad de prácticas de higiene para
identificar las que más necesitan de la intervención. Para
decidir los objetivos generales debe consultar con los usuarios
potenciales de la información recopilada, por ejemplo con los
jefes de proyecto y principalmente con los representantes de la
población. Los objetivos del estudio y los objetivos generales
se relacionan con los resultados que se espera obtener. El
recuadro 7 muestra un ejemplo en el que se definieron estos
objetivos durante la fase de preplanificación y capacitación
inicial de un estudio de evaluación de higiene realizado en
Kerala, India.
RECUADRO 7 Definición del propósito, objetivos y logros esperados del estudio Estudio de evaluación de higiene de Kerala Objetivos El principal objetivo es ayudar al personal de campo de las unidades socioeconómicas (USE) a diseñar y realizar un estudio de evaluación de higiene en su proyecto. Otro objetivo es evaluar la utilidad y facilidad del manual de procedimientos para la evaluación de la higiene (PEH). Objetivos generales
Logros esperados
|
Al definir los objetivos del estudio, debe considerar los núcleos de prácticas de higiene que va a investigar (véase el cuadro 2) según el propósito de su estudio, tiempo disponible y otros recursos. Si el tiempo es limitado, será mejor que priorice y elija uno o dos núcleos en vez de arriesgar la calidad de su estudio al tratar de abordar demasiados núcleos en corto tiempo. Por ejemplo, en un proyecto en el que se han introducido servicios de abastecimiento de agua y saneamiento mejorados, puede ser conveniente centrarse en la disposición de excretas (núcleo A) y los usos del agua (núcleo C), y si el tiempo lo permite, incluir las fuentes de agua (núcleo B). En estas elecciones se debe considerar las condiciones locales, particularmente los cambios que podrían influenciar salud de la población. Es importante analizar tanto el futuro como el presente y relacionar los resultados con el seguimiento del proyecto mismo y hacer los cambios necesarios. También deberán considerarse planes para investigaciones futuras (ver «El ciclo de evaluación de la higiene» en el capítulo 4).
CUADRO 2 Guía para los cinco núcleos de prácticas de higiene
Núcleo de prácticas de
higiene |
Características y actividades
importantes |
Saneamiento |
Ubicación de lugares de
defecación |
Agua |
Protección de la fuente de
agua |
Agua |
Manejo de agua en el hogar |
Alimentos |
Preparación y manejo de
alimentos |
Ambiente |
Barrido de pisos y patios |
Se debe elegir qué
prácticas de higiene se van investigar dentro de cada núcleo
(cuadro 2). Por ejemplo, en el núcleo de disposición de
excretas, se podría elegir el mantenimiento y limpieza de la
letrina, la disposición de excretes infantiles y el lavado
después de la defecación como las prácticas que más influyen
en la prevención de enfermedades. Para hacer esta selección se
debe conocer y comprender la situación de la higiene local (en
el recuadro 8 hay un ejemplo de los objetivos específicos
desarrollados pare uno de los objetivos generales del recuadro
7). La selección de prácticas de higiene especificas durante la
preplanificación y diseño del estudio será provisional, ya que
una vez iniciada la investigación se puede modificar la lista al
descubrir prácticas importantes que no se había identificado
antes.
RECUADRO 8 Desarrollo de objetivos especificas Objetivo general Entender las prácticas de higiene relacionadas con el agua y saneamiento en su contexto cultural, social, económico y físico. Objetivos específicos Agua
Saneamiento
|
Su elección de las prácticas de higiene deberá estar en función de las infecciones relacionadas con el agua y saneamiento que prevalecen en el lugar de estudio y las prácticas asociadas con la transmisión de estas infecciones. Por ejemplo, el Programa de Enfermedades Diarreicas de la Organización Mundial de la Salud sugiere que es importante centrarse en tres grupos de prácticas de higiene en vez de incluir todas las rutas de transmisión posibles. Estos grupos son:
disposición sanitaria de excretes, particularmente las de niños y bebes, y de personas que tienen diarrea;
lavado de manos después de la defecación, después de limpiar las excretes infantiles. antes de alimentar y comer y antes de preparar la comida;
proteger el agua potable de la contaminación fecal en el hogar y en la fuente (OMS, 1993a:8).
Mediante la observación es posible investigar una determinada práctica de interés, por ejemplo, las de recolección y manipulación del agua en la fuente. Un observador puede verificar en la fuente las actividades de las personas sin llamar mucho la atención. Hay otras prácticas de higiene y comportamientos que, por ser privados, son más difíciles de observar, por ejemplo la defecación de adultos. En tales caves, sugerimos observar los indicadores o signos de comportamiento. Se han utilizado los siguientes indicadores efectivos pare verificar la existencia de una práctica particular, los que son relativamente fáciles de evaluar:
Limpieza, seguridad y adecuación de la estructura de la letrina. Son indicadores del uso de letrinas. Las personas no desean usar una letrina que tiene mal olor, piso precario y sucio, techo con goteras o rodeada de arbustos donde las serpientes acostumbran hacer nidos.
Ubicación de la letrina en relación a las viviendas. Es un indicador del uso de letrinas. Cuando una letrina se encuentra muy cerca o muy lejos de la vivienda, en el lado equivocado del patio o en un lugar público, puede ser utilizada muy poco o carecer de un buen mantenimiento por razones que deberían ser investigadas.
Disposición de excretas infantiles. La ausencia de excretes infantiles dentro y alrededor del hogar o la presencia de bacines o letrinas limpias en las viviendas indica el aislamiento de la contaminación fecal dentro y fuera del hogar Este hecho se puede investigar de manera relativamente fácil al prestar mayor atención a las prácticas de higiene de los niños antes que a las de los adultos pare evitar situaciones embarazosas.
Turbiedad y olor del agua en la fuente y en el hogar Es un indicador de la contaminación de la fuente de agua y de la falta de protección. El agua turbia en la fuente y con olor a hojas podridas u otra materia orgánica muestra señales de contaminación. Sin embargo, se debe observar cómo se use, (filtrada, clarificada con ceniza u otros materiales, hervida, pare lavar o pare otros fines) y plantear preguntas sobre lo observado.
Presencia de lavamanos y jabón cerca de la letrina. Es un indicador de lavado de manos después de la defecación.
El muestreo es tan
importante pare la recopilación de la información como pare el
análisis e interpretación de los resultados. Como dicen Miles y
Huberman (1994:27), «por más que desee, no puede estudiar a
todos, en todas partes y haciendo todo. Su elección (a quién
observar o con quién hablar, dónde, cuándo, sobre qué tema y
por qué) pone límites a sus conclusiones y a la credibilidad
que usted y otros tengan». Las preguntas relacionadas con el
muestreo que por lo general se plantean al diseñar un estudio de
evaluación de la higiene son:
¿Cuántas personas debo incluir en mi estudio?
¿Qué criterios debo utilizar pare capacitar a los participantes del estudio?
¿Cuántas entrevistas, observaciones y discusiones en grupo debo realizar?
Las respuestas breves a estas preguntas son:
Todas las que puedan proporcionar respuestas adecuadas a sus preguntas.
Los criterios que reflejen los objetivos de su estudio.
Todas las que puedan proporcionar la información que esté buscando, dentro de los límites de recursos (humanos, material y tiempo) disponibles.
Posiblemente, el muestreo es la línea divisoria más clara entre las investigaciones cuantitativas y cualitativas. Se deben resaltar dos diferencias relacionadas con el muestreo:
Las investigaciones cualitativas emplean pequeñas muestras en las que se estudia a profundidad un pequeño grupo de personas en su contexto. Estas difieren de las investigaciones cuantitativas en las que se estudia un gran número de casos fuera de contexto en busca de un significado estadístico.
Las muestras cuantitativas por lo general tienden a ser intencionadas y no aleatorias. Esto ocurre porque la definición inicial del todo es más específica y porque los procesos sociales tienen una lógica y coherencia que se perdería totalmente con el muestreo aleatorio.
En las encuestas cuantitativas se usan escalas estandarizadas para describir características comunes a individuos o grupos, por ejemplo, el nivel de educación, y cada persona es clasificada en un grupo predeterminado. Este tipo de análisis estadístico enfatiza tendencias centrales, promedios y desviaciones de esos promedios. Comparativamente, las investigaciones cualitativas prestan particular atención a la singularidad, ya sea del individuo, de la vivienda u otra unidad de análisis. Por ello, las escalas que se utilizan no son estandarizadas. Por el contrario, se adaptan a las variaciones individuales a la vez que toman en cuenta las similitudes y generalidades.
Las estrategias de muestreo pueden parecer complicadas a simple vista. Sin embargo, no es así si dedica tiempo a planificarlo cuidadosamente y a identificar qué es lo que realmente quiere del estudio. Feuerstein afirma de manera sencilla ( 1986:69) «muestrear significa observar detalladamente una parte de algo para aprender más del todo». Por ejemplo, si desea saber qué sabor tiene la comida de una olla puede probar una cucharada y no es necesario que coma toda la olla. Este tipo de muestreo funciona si hay solo una olla para probar. Sin embargo, en la discusión del muestreo de nuestra población de estudio, necesitamos pensar en términos de varias ollas para una comida. Cada olla debe ser muestreada para definir las partes que conforman la comida. Entonces puede decir algo sobre el contenido de cada olla, así como de la comida como un todo. Se puede aplicar distintos tipos de muestreo cuando se estudia una población o comunidad compuesta por diversas partes, como son los grupos étnicos, grupos de edades, etc. que pueden ser diferenciados por género, nivel socioeconómico, etc.
RECUADRO 9 Estrategias de muestreo (versión adaptada de Patton, 1990)
Tipo |
Propósito |
A Muestreo probabilístico
aleatorio |
Representatividad: el tamaño de
la muestra depende del tamaño de la población y el
nivel de confiabilidad deseado. |
|
Permite generalizar, a partir de
una muestra. Ia población que representa |
|
Aumenta la credibilidad de las
generalizaciones por núcleos aplicadas a grupos
particulares. |
B. Muestreo intencionado
(ejemplos) |
Variabilidad: el número de
muestras tiene por objetivo lograr profundidad antes que
generalidad de la información. |
|
Central reduce y simplifica la
variación (por ejemplo. al seleccionar ocho madres de un
grupo de 34 mujeres entre 20 a 25 años pare que
participen en las discusiones de grupos focales. |
|
Identifica caves de interés
mediante personas que conocen a otras que pueden
proporcionar información (por ejemplo, una partera
identificada como informante clave puede dar a conocer a
otras parteras de la localidad. Esto puede llevar a
incluir a informantes adicionales en el estudio). |
|
Toma en cuenta caves inusuales
(por ejemplo, en el estudio se puede considerar una o dos
viviendas que presentan prácticas de higiene
excepcionalmente buenas). |
|
Resalta lo que es normal o
regular. |
|
Da credibilidad a la muestra
cuando el propósito potencial en muy amplio. |
|
Determina subgrupos; facilita las
comparaciones. |
|
Casos con una característica
común, útiles pare la medición cualitativa (por
ejemplo, las madres/niñeras de niños menores de cinco
años cumplen el criterio de realizar varias prácticas
de higiene como parte de su rutina de trabajo). |
Es importante distinguir entre estrategias de muestreo intencionadas y aleatorias (recuadro 9). Los dos tipos de muestreo tienen distintos propósitos. Por lo general, las estrategias de muestreo combinadas se emplean dentro del mismo estudio para responder a distintas preguntas. Usualmente, los muestreos intencionados no están predeterminados al inicio y pueden modificarse durante el estudio. El cambio inicial de informantes o participantes puede llevar al investigador a realizar muestreos con informantes similares o diferentes; al observar un núcleo de prácticas de higiene puede compararlos con otro núcleo; y al entender una relación clave en un estudio puede descubrir temas que se pueden abordar en otros estudios.
Se puede aplicar más de una estrategia de muestreo de dos maneras distintas: trabajando desde fuera hacia el centro de un contexto o viceversa. Por ejemplo, al estudiar las prácticas de higiene, empiece con la población de estudio (use datos del censo, camine alrededor de los asentamientos), ingrese luego a los pueblos o sectores seleccionados y a las viviendas y permanezca varios días para tener una idea de la frecuencia de los distintos eventos. Entonces, debe centrar su atención en eventos específicos, tiempos y ubicaciones. Otra alternativa sería observar una práctica específica en una localidad y luego investigar el contexto más amplio considerando el vecindario y las localidades más distantes (Miles y Huberman, 1994 y Patton, 1986 presentan ejemplos y discusiones más detalladas sobre el muestreo cualitativo).
En resumen, hay dos pasos importantes que debe seguir para decidir cuántas personas va a incluir en su estudio y qué criterios debe considerar para incluirlos:
Paso 1: Determine los límites de la población de su localidad de estudio. Puede haber límites para distinguir las áreas en donde se realizan las actividades de su proyecto de aquellas en donde todavía no se ha realizado ninguna intervención , o en l as que e l proyecto ha concluido . Otra alternativa es definir la población de su estudio por su demarcación política o administrativa, tales como región, distrito, división o pueblo; por niveles de ingreso alto, medio y bajo, etc.
Paso 2: Defina cuántas partes o grupos diferentes componen su estudio y determine su importancia en relación a los objetivos del estudio. Luego, puede tomar muestras o representaciones del universo para incluirlas en su estudio.
El ejemplo del recuadro 10 ilustra cómo se incluyeron las muestras según el propósito del estudio, el tipo de preguntas planteadas y los indicadores de evaluación de la higiene. En este cave, la hipótesis de trabajo fue que la contaminación fecal dentro y alrededor del hogar y las prácticas de higiene asociadas con éstas eran más prevalentes y por lo tanto más fáciles de observar en los hogares donde hay niños que en donde no los hay. Se invitó y agrupó intencionalmente a los participantes de las discusiones en grupo.
RECUADRO 10 Algunos ejemplos de muestreo intencionado El objetivo de una prueba de evaluación de higiene realizada en Tanzania fue llevar a cabo una exploración de prácticas de higiene en dos poblaciones rurales. Las observaciones antes de iniciar el estudio indicaron que las prácticas de higiene eran más frecuentes en los hogares donde había niños, de manera que solo se seleccionaron tales hogares pare una observación posterior. Las entrevistas informales con las madres o niñeras se hicieron en los mismos hogares. Se realizaron veinte entrevistas y observaciones en cada lugar Esta cantidad se determinó de acuerdo a las siguientes consideraciones
La
participación en las discusiones grupales fue
voluntaria, es decir, los grupos estuvieron conformados
por personas dispuestas a asistir a las reuniones
convocadas por el equipo. Se procuró que asistieran
distintos tipos de personas, pare lo cual se visitó
hogares y se les explicó el propósito de las reuniones.
En algunos caves se dividió a los participantes de las
discusiones grupales en subgrupos por género, edad y
clase social. |